¿Los algoritmos pronosticaron el COVID-19? ¿Podría predecir el Big Data otro coronavirus?
Actualmente, prevenir sigue siendo la mejor estrategia para poder vencer a esta clase de virus, ya que todavía se carece de cura.
Pero la predicción es posible a través de modelos de la propagación local y global de infecciones basadas en Machine Learning, Big Data, Inteligencia Artificial (IA) y Visual Analytics, que pueden ayudar a comprender la evolución de cualquier brote y en particular el caso del COVID-19
A nivel mundial, este brote de coronavirus está afectado a millones de vidas con miles de muertes en todo el mundo. Y la creciente amenaza de este virus continúa aumentando a medida que surgen nuevos casos y pasan los días. Sin embargo, los países afectados por este tipo de coronavirus están empezando a tomar importantes medidas para abordarlo utilizando Inteligencia Artificial y tecnologías como el Big Data.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Inteligencia Artificial y el Big Data han jugado un papel importante en la respuesta de China al COVID-19.
China empezó a usar el Big Data, a través de la obtención de datos personales, para así controlar la propagación del virus. ¿Descabellado? En Occidente posiblemente pensaríamos así, pero ¿Y si fuera una de las soluciones?
Taiwán, es otro de los países que está usando el Big Data para contener la propagación del coronavirus. Al igual que Shanghai, que son los trabajadores los que informan sobre su temperatura, historial de viajes y otro tipo de información, que luego envían a una plataforma de grandes datos para que las autoridades los usen para gestionar la prevención de epidemias
El Big Data y la Inteligencia Artificial han sido determinantes para hacer descender la “famosa” curva de infecciones y así combatir y alertar de la expansión de este tipo de coronavirus: COVID-19.
Ejemplo de Identificación de los primeros signos de brote de virus con Big Data
En 2014, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) predijeron hasta 1.4 millones de casos infectados por el brote de Ébola. Entonces, se pensó ¿Qué podrían hacer el Big Data para ayudar a identificar los primeros signos de brotes futuros? *HealthMap, tuvo la respuesta y empezó a monitorear las primeras menciones del brote de Ébola nueve días antes de que la OMS anunciara oficialmente la epidemia y emitiera su primera alerta.
Sabías que la primera alarma sobre este nuevo coronavirus, COVID-19, fue dada por primera vez el 31 de diciembre de 2019 por una empresa privada canadiense, BlueDot, que, a través de su rastreo con Big Data e Inteligencia Artificial predijo un brote y alertó a sus clientes del sector privado y del gobierno sobre un grupo de casos de «neumonía inusual» que estaba ocurriendo en Wuhan, China. Es posible que si en ese momento se hubiera dado importancia y se hubiera puesto los medios pertinentes ahora no estaríamos viviendo esta actual situación.
* Sistema de información electrónica automatizado y de libre acceso para monitorear, organizar y visualizar informes de brotes de enfermedades globales de acuerdo con la geografía, el tiempo y el agente de enfermedades infecciosas (Wikipedia)
Sabías que la primera alarma sobre este nuevo coronavirus, COVID-19, fue dada por primera vez el 31 de diciembre de 2019
¿Cómo logró China controlar la expansión del coronavirus?
Si, estamos hablando de pasado porque China ya puede decir que pasó está terrible crisis sanitaria que estamos viviendo el resto del mundo. Pero ¿Cómo lo hizo? La respuesta es simple, a través de los datos de las propias personas.
China decidió ir recopilando datos como nombres, temperatura, viajes, movimientos, síntomas…. Para luego procesarlos a través del Big Data y así extrajo conclusiones, tendencias y proyecciones para disponer de toda la información precisa para la toma de decisiones. Además del uso de aplicaciones donde informaba a los usuarios donde había más casos, gravedad, etc.
Por lo tanto, el Big Data y la Inteligencia Artificial han sido determinantes para hacer descender la “famosa” curva de infecciones y así combatir y alertar de la expansión de este tipo de coronavirus: COVID-19.
Ahora bien, cabe preguntarnos ¿Estamos dispuestos a perder nuestra privacidad para controlar el coronavirus?